Las cámaras frigoríficas portátiles son una buena opción para no romper las cadenas de frío tan importante en la conservación de los alimentos. Cada vez más son los fabricantes que se preocupan y buscan soluciones para la protección de los alimentos y que sean eficaces y eficientes en su conservación. Esto nos lleva desde el prisma de los consumidores por su aumento en la preocupación en cuestiones de seguridad y calidad de los alimentos. Por ello tanto los envases como la conservación en los transportes, en los lugares que hacen escala para llegar al destino y su trazabilidad va cada vez más estudiada y diseñada.
La protección de los alimentos aborda una combinación de obstáculos físicos, químicos biológicos para controlar el deterioro y los microorganismos patogénicos y prolongar la vida útil, a la vez que se cumplen las políticas de seguridad microbiana. Los envases alimentarios deben conservar su valor incluso cuando llegan al final de su vida útil. Las bolsas de plástico, por ejemplo, pueden reciclarse y transformarse en nuevos productos, o recuperarse como energía para reducir el consumo de combustibles fósiles, protegiendo el medio ambiente al mismo tiempo. Los bioplásticos son la última incorporación a la familia de los plásticos y representan posibilidades muy prometedoras para el futuro. Muchas industrias para conservar la línea de distribución acuden al alquiler cámaras frigoríficas portátiles para no romper la cadena.
