El agua como fuente de vida

Procedemos del agua. Somos, en gran medida, agua. Todas las reacciones de los organismos vivos se producen en un medio acuoso. Sin agua no crecerían las plantas y los animales y las personas moriríamos deshidratados. Decir, entonces, que el agua es fundamental y es fuente de vida no parece exagerado, sino una realidad.

Y, si además, este agua es rica en hidrógeno, un potente antioxidante, entonces ya estamos ante un elemento imparable, con propiedades altamente beneficiosas para el organismo y con una capacidad hidratante sin precedentes. Un agua con capacidad de frenar ciertas enfermedades y paliar otras tantas.

El agua alcalina es aquella que posee una carga extra de hidrógeno y esto se consigue gracias a un sistema hidrogenador. Es sencillo y económico y podemos tenerlo en casa en forma de jarra. Así, conseguiremos un agua hidrogenada con capacidad de frenar los radicales libres, tan perjudiciales para el organismo y responsables de la oxidación prematura.